Pobreza energética en un hogar es la dificultad para satisfacer sus necesidades básicas de energía. La última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada en 2018, apunta a que el 2,2% de las personas de Castilla y León no pueden permitirse mantener la casa con una temperatura adecuada. Es la dureza del invierno para 53.000 castellanos y leoneses de los 2.409.164 habitantes que conforman el padrón de la comunidad. Y esto teniendo en cuenta solo la temperatura del hogar, sin contar otros gastos energéticos de la vivienda como puede ser el agua caliente.
Si añadimos estos otros gastos, sería el 12,5% de la población, unas 300.000 personas según el sindicato CCOO, las vulnerables de sufrir pobreza energética porque deben dedicar más del 10% de sus ingresos (muy escasos) a luz y gas en Castilla y León.
El sindicato UGT añade que la pobreza energética provoca más muertes en invierno que los accidentes de tráfico.
Este porcentaje nada desdeñable podría beneficiarse en Castilla y León del derecho al nuevo bono social energético.
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