A finales de julio, llevando apenas dos meses en el gobierno, el presidente Pedro Sánchez ya ha recibido fuera de agenda a algunos de los empresarios más poderosos del Ibex 35, que en las últimas primarias del PSOE apoyaron directa o indirectamente a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, rival de Sánchez.
Suponemos que le están "leyendo la cartilla" al nuevo presidente. Pues es evidente que los poderes económicos gobiernan por encima de los políticos, y con estas reuniones no oficiales puede comprobarse.
Hasta el momento han pasado por su despacho en Moncloa, al menos, Ana Botín, la presidenta del Banco Santander, cuyo consejero delegado ya ha criticado abiertamente los planes fiscales del Ejecutivo de Sánchez, también Ignacio Sánchez Galán presidente de Iberdrola, y José María Álvarez-Pallete presidente de Telefónica, según publica Casimiro García-Abadillo, director de El Independiente. Estos empresarios habrían “dado un voto de confianza” a Sánchez -asegura esta publicación- y le habrían hecho propuestas que hasta ahora no han trascendido. El próximo en la lista sería Florentino Pérez, presidente de la constructora ACS y el Real Madrid. Estos encuentros no constan en la agenda oficial del presidente.
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