El salvaje sistema neoliberal ha vuelto a cobrarse otra víctima: un hombre se ha suicidado arrojandose desde un décimo piso en Cornellà cuando le iban a desahuciar.
Los Mossos y la comitiva judicial estaban en la puerta de su casa con una orden de desahucio.
Deja una viuda, la familia, formada por un hombre y una mujer, se encontraba en la lista de espera para una vivienda social.
DEP. Que la tierra le sea leve.
NO SON MUERTES, SON ASESINATOS.
El piso de este hombre que se suicidó cuando iba a ser desahuciado es propiedad de Blackstone, un fondo buitre que compra inmuebles con deudas para después sacar rendimiento tras expulsar a los inquilinos. No ha muerto, le han asesinado.
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