Luchadoras, luchadores.

La plataforma anti desahucios de Palencia lleva 7 años reivindicando el derecho a una vivienda digna y acorde a las posibilidades económicas de las personas, peleando por la dación en pago de modo que entregar la vivienda salde la deuda, así como que nadie sea desahuciado sin alternativa habitacional, ni se le prive de los suministros básicos (agua, luz y gas).

Todo esto es posible gracias a quienes forman parte de la plataforma, comPAHs que han sabido ver más allá de sus propios problemas y dan lo mejor de sí para ayudar y asesorar en los problemas de otra gente afectada que va llegando semana tras semana. Personas que a pesar de la gravedad de su caso particular, han estado siempre al pie del cañón junto a otras comPAHs, sacando adelante la plataforma con tesón, valentía y mucha fuerza.

Su ejemplo demuestra que la lucha es el único camino, que por mucho que nos dé vergüenza salir a la calle y hablar por el megáfono, llevar carteles y camisetas, para que nos vean nuestros conocidos y murmuren, que por muy incómodo que sea salir en los medios de comunicación y que tus vecinos y vecinas te señalen, sin embargo es la única alternativa para frenar la avaricia de los bancos y hacer efectivo el derecho a techo.

Este artículo es un homenaje a todas nuestras compañeras y compañeros que durante estos años han estado dando la cara y peleando muy duro -tanto publicamente en la calle como en las oficinas frente a los directivos bancarios- para que su caso fuera reconocido y se llegara a una solución justa.

Gracias Tina, César, Eros, Olga, Lydia, Concha o Remedios.

Gracias Jaime, Mari, Alberto, Germán, Alfonso, Jorge, Isra, Patri y todas las personas voluntarias por vuestra dedicación desinteresada.

Pero sobretodo, gracias Teo. Con tu perseverancia has logrado revertir una situación que parecía imposible y has conseguido con apoyo de la PAH, pero sobre todo con tu coraje, que una deuda de por vida imposible de saldar se convirtiera en una solución bastante aceptable. Eres un ejemplo a seguir y una muestra palpable de que la lucha sin arrojar nunca la toalla, da resultados.